Explicativa

Los fantasmas de la Agenda 2030

Por: Carmen Quintela Babío Ocote

Karin Slowing, Gabriel Wer y Sandra Morán conversaron  en un espacio de Twitter de La linterna, el 18 de mayo, sobre las desinformaciones alrededor de la Agenda 2030, los derechos humanos y los derechos sexuales y reproductivos.

  •  “Se ha ido construyendo esa narrativa de que prácticamente hay un grupo por ahí, en las Naciones Unidas, que le imponen esas agendas a los países, como que la pobreza, la exclusión, el hambre y todo fueran invenciones y en la realidad no existieran”, Karin Slowing.
  • “(La agenda 2030) Se estrena con Jimmy Morales, que celebraba los avances y los logros para el bienestar de la nación. Ahora, cambian su discurso radicalmente, no porque necesariamente crean que la agenda es buena o mala, sino porque saben que necesitan decirle a la gente lo que la gente –quizá- quiere escuchar.”, Gabriel Wer.
  • “Hay población que no necesariamente está en las redes y que hoy por hoy está escuchando lo que dicen en los mítines los candidatos que están usando esta herramienta para imponer miedo y para que la gente vote por ellos en función de la defensa de la familia, como dicen”, Sandra Morán.

La Agenda 2030 es un consenso entre países que nace en el marco de la Organización de las Naciones Unidas para cumplir con una serie de objetivos de desarrollo.

En los últimos años han surgido desinformaciones sobre la Agenda 2030, que generalmente se relacionan con tres tipos de contenidos: la ciencia y el discurso antivacunas; la alimentación y los hábitos de consumo; y con los derechos humanos, de las mujeres y de las personas LGBTIQ+.

En Ocote y La linterna, nos interesa ampliar las conversaciones más allá de las meras verificaciones, y abrimos un espacio de Twitter en el que conversamos con Karin Slowing, Gabriel Wer y Sandra Morán. Aquí les presentamos la transcripción y las conclusiones más relevantes de la conversación.

Slowing es médica con maestría en salud pública, ha sido asesora de política social de los informes nacionales de desarrollo de Guatemala del PNUD y estuvo a cargo de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN).

Morán es integrante fundadora del Movimiento de Mujeres con Poder Constituyente y coordinadora internacional de la Escuela para la Organización Feminista “Berta Cáceres”. Fue diputada del Congreso de la República de 2016 a 2022.

Wer es director ejecutivo y socio fundador del Instituto 25A y del colectivo JusticiaYa. Es administrador de empresas y se ha dedicado a la gestión de proyectos, innovación social, participación ciudadana, narrativas, formación e incidencia política con un enfoque urbano.

En los últimos años hemos escuchado mucha información, y mucha más desinformación sobre la Agenda 2030. Se habla de que hay “un orden mundial”, sin que haya mucha claridad sobre lo que esto significa; y de una campaña de adoctrinamiento. Es un discurso que hemos escuchado de políticos, influencers y ahora también de candidatos. Para sentar la base y entender de qué estamos hablando, ¿qué es realmente la Agenda 2030?

Karin Slowing: La Agenda 2030 es un proceso que empezó, tal vez, 20 o 30 años atrás, cuando el mundo se empezó a plantear que muchos de los problemas de desarrollo que tienen países individuales realmente son procesos y problemas que son compartidos por muchísimos países.

Son dinámicas históricas que han pasado por amplias regiones del mundo y tienen que ver con la pobreza, con la exclusión de millones de personas de las oportunidades básicas del desarrollo…
Entonces, estas son agendas globales, mundiales, porque comparten problemas comunes, pero no porque estén impuestas por un grupo macabro por ahí.

Estas agendas se empiezan a desarrollar inicialmente por temas… voy a rescatar una de las más antiguas, viene de los años 70: la preocupación por el tema del hambre, por el tema de la inseguridad alimentaria, las conferencias mundiales que se dieron especialmente en Roma, las preocupaciones sobre la sostenibilidad en modelo de desarrollo que ahora han transformado toda la discusión ambiental y de cambios climáticos…. son la base de esto.

Y en los años 90, todos estos procesos van cuajando en lo que se llaman agendas de desarrollo, que se plantean además que para poder transformar la vida de millones de personas y sacarlas de la pobreza, ya no hay una excusa del no saber. Que la gran excusa es el no querer, y ese cambio de siglo también fue una apuesta para transformar eso y añadir el cuarto ingrediente que es la voluntad de querer hacerlo.

Así surgen los Objetivos de Desarrollo del Milenio, cuyas metas iban a cumplirse en 2015, centrados prácticamente en los mismos temas. Y la Agenda 2030 es una evolución posterior. Solo que tiene una visión muchísimo más amplia y comprensiva, porque no está pensado únicamente en los países con menor nivel de desarrollo del mundo (que todavía nos debatimos en la pobreza, el hambre, la falta de acceso a agua, saneamiento…) sino también reconoce el hecho de que en los países más avanzados y ricos hay bloques de población que sufren condiciones de exclusión muy severas.

Si este tema, que es un tema de derechos humanos, que beneficia a las poblaciones, ¿por qué polariza tanto y surgen este tipo de desinformaciones?

Karin Slowing: Es un fenómeno histórico. La oposición a una agenda de inclusión, de desarrollo, pero sobre todo a una agenda que reclame derechos similares y equidad para todas las personas en términos de sus oportunidades de las posibilidades realizar sus vidas… Se ha ido construyendo esa narrativa de que prácticamente hay un grupo por ahí, en las Naciones Unidas, que le imponen esa agendas a los países, como que la pobreza, la exclusión, el hambre y todo fueran invenciones y en la realidad no existieran.

¿Cuándo empezamos a ver que se desinforma sobre la agenda 2030 en el discurso político de Guatemala?

Sandra Morán: Vemos que el avance de los movimientos sociales, del movimiento de feministas, de los movimientos de pueblos indígenas, de la mayor presencia de la diversidad sexual en el ámbito público, social y político… Les pone una urgencia de responder para impedir que eso avance. Guatemala es un país donde el conservadurismo es impresionante. En Guatemala cualquier cambio que se quiera promover sabemos la triste historia: secuestros, asesinatos, masacres y ahora la cárcel y el exilio.

En los setenta empezó en España este tema de: cuidado, las mujeres están teniendo mucha fuerza, pónganle atención. A partir de ahí, empezaron a coordinarse y a organizarse al extremo de que hoy tienen esos congresos de la familia, que se reúnen para acordar las estrategias en contra de esa agenda que ellos plantean que fue impuesta.

En Guatemala en los últimos años es cuando ha estado con mucha más fuerza. Nosotras lo leemos como resultado de que  los pueblos indígenas y los movimientos feministas estamos con mayor fuerza. Y entonces usan la religión y esa narrativa de la Agenda 2030 para imponer miedo a la gente.

En el contexto electoral vemos cómo varios candidatos se han subido a ese discurso contra la Agenda 2030. ¿Por qué les interesa hacerlo?

Gabriel Wer: Esta es una de las campañas electorales -por lo menos que yo he vivido y que recuerde- donde la desinformación ha sido la moneda de cambio. Es fácil ganar votos diciéndole a la gente lo que uno cree que la gente quiere escuchar. Y eso es peligroso cuando no hay una ética detrás, cuando no se está diciendo la verdad, no se está hablando a partir de hechos, sino se está hablando a partir de la búsqueda de votos de una manera rápida.

Todo este tema de rechazo a la Agenda 2030 responde a una táctica de desinformación para deslegitimar posiciones políticas y sobre todo para inducir una polarización, que como sabemos, las polarizaciones terminan beneficiando al establishment, al status quo, a lo que ya existe.

Un ejemplo ahí, muy claro, es Jimmy Morales. La Agenda 2030 se estrena con el gobierno de Jimmy Morales. Él mismo celebraba los avances y los logros de la agenda y celebraba que existía está ruta, para el bienestar de la nación y con él está todo FCN. Ahora han cambiado su discurso radicalmente y eso da evidencia de cómo se están usando como una táctica, no porque genuinamente o necesariamente crean que la agenda es buena o mala, sino porque saben que necesitan decirle a la gente lo que la gente –quizá- quiere escuchar.

El segundo elemento es también que se usan este tipo de cosas como una táctica para crear enemigos imaginarios: el globalismo, lo global, lo desconocido.

El tercer elemento es que también la percepción sobre la ONU ha cambiado mucho, sobre todo, el impacto que tuvo la pandemia en eso y, de hecho, todos estos ataques a la agenda 2030 nacen alrededor de los años de la pandemia

 

¿Cómo afecta la desinformación para que el Estado cumpla con los compromisos acordados en el marco de dichos acuerdos?

Karin Slowing: El asunto es que es esta gente, la que capturó el Estado, la que tiene esta visión, esta ideología. Y el gran problema es que la impone el Estado, entonces ya no es un tema de desinformación, sino es una agenda estatal de información, que es el siguiente nivel del juego donde estamos.

Ese se ve dentro de los niveles más altos de la institucionalidad, porque si ustedes bajan un poquito más allá de eso, la gente ni enterada está. Esa es la realidad. De la Agenda 2030 lo que han oído son ruidos. Lo que sí es que viven el hambre en el estómago, que tienen qué migrar, no hay trabajo, eso sí lo entiende la gente. Pero el discurso, el gran problema es que eso impide que el Estado se sienta obligado a cumplir su función.

En las últimas legislaturas, en el Congreso se ha tenido un discurso y una actitud de no dejar avanzar los derechos de las mujeres, de la población LGBTIQ+ y de los pueblos indígenas. ¿Qué riesgos se ven de que diputados con este discurso se mantengan en el Legislativo?

Sandra Morán: Bueno, el riesgo es inminente, estamos ahí. La estrategia de ellos es que, con tanto partido político, logren entrar aunque sea uno de los pequeñitos y varios de los grandes y ahí adentro se juntan y hacen el pacto de corruptos número tres.

No sólo tenemos el riesgo de que no avance nada, sino que tenemos el riesgo de que vaya para atrás. La regresión más conservadora.

 

¿Qué podemos hacer para combatir este tipo de desinformación ya sea en el espacio digital o fuera de él?

Gabriel Wer: Hay ciertas nociones, ciertas experiencias, que pueden ir dando luces de algunas cosas que se pueden hacer. Creo que también hay que entender a qué nos enfrentamos, Por ejemplo, las explicaciones largas siempre llevan las de perder. Cualquier explicación que requiera leer más, hacer tiempo para entender, lleva las de perder en términos de flujo de información, en términos de movilizaciones.

La síntesis y la brevedad son importantes. Y eso no quiere decir que se  tenga que sacrificar el sustento, más bien cómo logramos que esa síntesis despierte el interés por la explicación larga.

Hay que encontrar ese punto de equilibrio, de abrirse a entender a aquello que a primeras me causa ruido. Hay que entender de dónde viene ese ruido, quién lo está induciendo, quiénes lo están promoviendo, por qué lo está haciendo.

Porque a final de cuentas, con la Agenda 2030, la pregunta es: ¿qué se está buscando realmente?, ¿qué es lo que se quiere lograr con este esfuerzo global que también tiene una mirada nacional y también tiene una mirada local?, ¿qué están buscando quiénes lo rechazan?, ¿qué están buscando quienes se oponen a esto?

También, hay herramientas de alfabetismo mediático. Programas educativos, herramientas, capacitaciones, metodologías, enfoques que lo que buscan en un mundo con tanta información y desinformación que pueda abrumar es saber consumir la información de una manera crítica, de una manera responsable y a la vez impedir que uno esté reproduciendo está desinformación, porque ese es el efecto que se va generando.

Y lo último es que en estas elecciones escuchar bien a los candidatos y a las redes alrededor de las candidaturas.

¿Cómo evitar que la misma viralidad de las redes sociales difunda la desinformación?

Gabriel Wer: No hay que olvidar que las redes sociales son un servicio de corporaciones y que tienen sus propios intereses. Hay que poner en perspectiva, por un  lado, que las redes han permitido muchas cosas buenas pero también vienen con un costo, en el sentido de lo que la sobreinformación provoca. Esta dificultad que tenemos para discernir y para comprender.

El reto está en cómo no ahogarse en este mar de desahogos. Lo que ha sucedido es que estamos en un punto donde el sobrecuestionamiento también conduce a que ya no se crea en absolutamente nada, y se pierde la validez del rigor del periodismo, del rigor científico y del trabajo que hacen mucha gente por asegurar que la información valiosa y verificada llegue a la mayor cantidad de personas

 

¿En dónde tenemos que enfocar los esfuerzos para combatir la desinformación?

Sandra Morán: Es muy difícil, pero en todos lados. Yo creo que ahora las redes están jugando un rol muy importante y complicado también. Y creo que ahí se tiene que estar, porque en las redes es donde está la desinformación.

Pero también sabemos que hay población que no necesariamente está en las redes y que hoy por hoy está escuchando lo que dicen en los mítines los candidatos que están usando esta herramienta para imponer miedo y para que la gente vote por ellos en función de la defensa de la familia, como lo dicen.

Karin Slowing: Coincido. Hay que entrarle por todos lados. Pero hay un espacio fundamental, que es el Legislativo, donde se establecen las reglas de convivencia, los marcos que norman el quehacer del Estado y la relación Estado-Sociedad. Entonces, si ahí no cambia nada; difícil.

Y lo otro es que este es un tema de mentalidad. No hay nada más difícil que cambiar la mentalidad de las personas, la conducta.

Lo que observo es que no existe esa contranarrativa. O sea, la analizamos, la examinamos, la desnudamos, pero no está la contranarrativa. Y yo creo que ahí sí hay una labor no sólo en redes, sino en toda la gente de medios de comunicación.

Porque el tema es que los espacios democráticos se están cerrando y eso lo hace todo mucho más difícil. Pero, esa contranarrativa hay que construirla. porque ese es el verdadero problema: es que no hay otra lectura de las cosas.

Gabriel Wer: Y es importante pensarnos en términos territoriales. Quienes votamos en el área metropolitana de Guatemala somos en gran medida responsables de las últimas presidencias que hemos tenido.

Me parece también que hay muchos señalamientos en redes sociales, utilizadas principalmente por personas urbanas, respecto a las personas que supuestamente no están en redes sociales y que pertenecen a otros departamentos del país, como de: «No, es que no saben votar, es que los compran con otras cosas…».

Yo creo que ahí hay un gran espejo que ponernos de quienes somos los que estamos votando la continuidad de estos regímenes criminales. Y creo que el trabajo de la desinformación se debe compartir, por tanto, en los espacios urbanos y en las redes sociales que utilizamos en la ciudad de Guatemala y en el área metropolitana.

¿Cómo llegamos a las personas que habitamos en todo este espacio urbano para hacer ver, por un lado, nuestro patrón a la hora de votar?, ¿cómo está afectando, no sólo a nosotros y nosotras, sino también, al resto del país?

Se trata de inmediatez, de cercanía. Ahí en nuestros círculos, en nuestros espacios de estudios, de trabajos, familia, amistades, de organización, de iglesia, de deporte, recreación… Ahí tenemos muchas opciones de cómo combatir esa desinformación. Ahí es, animándonos a hablar al respecto, animando a reconocer, también, nuestra corresponsabilidad en que estemos como estamos.

 

¿Quieres saber más?

Revisa aquí los Prioridades Nacionales de Desarrollo (PND), que el Gobierno de Guatemala puso como meta, a los cuales da seguimiento y evalúa.

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¿Cuáles son 17 objetivos de Desarrollo Sostenible?

  1. Fin de la pobreza: El primer objetivo es eliminar la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo, asegurando el acceso a servicios básicos, oportunidades económicas y protección social para toda la población.
  2. Hambre cero: Se busca garantizar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover la agricultura sostenible para erradicar el hambre y lograr una alimentación saludable para todos.
  3. Salud y bienestar: Este objetivo se centra en garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todas las edades, asegurando el acceso a servicios de salud de calidad y la prevención de enfermedades.
  4. Educación de calidad: El cuarto objetivo busca asegurar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promoviendo oportunidades de aprendizaje para todos a lo largo de la vida.
  5. Igualdad de género: Se busca alcanzar la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas, eliminando la discriminación, la violencia de género y las barreras en el acceso a oportunidades.
  6. Agua limpia y saneamiento: Este objetivo busca garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el saneamiento para toda las poblaciones.
  7. Energía asequible y no contaminante: Se busca asegurar el acceso a una energía asequible, confiable, sostenible; promoviendo la eficiencia energética y las fuentes renovables.
  8. Trabajo decente y crecimiento económico: Este objetivo busca promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, así como el empleo pleno, y el trabajo decente.
  9. Industria, innovación e infraestructura: Se busca promover la industrialización sostenible, fomentar la innovación y construir infraestructuras sostenibles.
  10. Reducción de las desigualdades: Se centra en reducir las desigualdades dentro y entre los países, abordando la brecha de ingresos, la discriminación y la exclusión social.
  11. Ciudades y comunidades sostenibles: Se busca lograr ciudades y comunidades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Mejorando el acceso a viviendas adecuadas, transporte sostenible y espacios verdes.
  12. Producción y consumo responsables: Este objetivo busca promover patrones de consumo y producción sostenibles, fomentando la eficiencia en el uso de los recursos, la reducción del desperdicio y la gestión adecuada de los desechos.
  13. Acción por el clima: Se busca tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, a través de la mitigación, la adaptación y la educación sobre el clima.
  14. Vida submarina: Este objetivo se centra en conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, mares y recursos marinos, protegiendo la vida marina y los ecosistemas acuáticos.
  15. Vida de ecosistemas terrestres: Se busca proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de forma sostenible los bosques, detener la pérdida de biodiversidad y combatir la desertificación.
  16. Paz, justicia e instituciones sólidas: Este objetivo busca promover sociedades pacíficas, justas e inclusivas. A través del fortaleciendo de las instituciones efectivas, responsables e inclusivas a todos los niveles.
  17. Alianzas para lograr los objetivos: El último objetivo se enfoca en fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible, promoviendo la cooperación entre los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y otros actores clave.

La linterna es un proyecto contra la desinformación en las Elecciones Generales 2023 en Guatemala. Hace verificación del discurso público y detección de bulos. Es coordinado por Ocote con la participación de ConCriterio, elPeriódico, No-Ficción y Ojoconmipisto y es financiado por Capir.